
DESIDIA
Ya no entiendo la razòn de ir màs allà
Siempre
O de quedarme horas enteras ante
Mi no presencia
Bebiendo ahorcàndome con la
Corbata
Observando la realidad de mis manos
Entrelazadas y con frìo
O el humo del cigarro que se expande
Ante mis ojos
Hasta desaparecer por completo
No entiendo los àrboles viejos
Las ganas de cerrar los ojos
Hasta perderme
El suicidio diario de las horas
Y los libros
O la soledad del gato entre las sàbanas
No entiendo mi voz ni mis pasos
Ni la luz que enciendo cada vez
Que trato de encontrar algo
Ni los gritos de los vecinos cuando
Muere o nace alguien
No entiendo la eternidad de este
Momento
Y sin embargo aùn me sostengo
A mis pasos
Como un desconocido
Que se pierde y se va
A cualquier parte
MUERTE EN LAS RAMAS
La muerte a veces
Tiene la frente tenue
Como la lluvia que moja el otoño
Como las manos de las mujeres
Tristes
Que buscan algún recuerdo
Y vuelven a dormir
Abrazando la almohada
La muerte otras veces
Mira la noche y se va
Melancòlica
Con la memoria perdida en sus pasos
Yo voy por algún lugar
Adormecido
Llamando a las puertas
De gente que no conozco
De gente sola que riega el
Silencio lentamente
Yo voy recogiendo
Las sombras de tanta noche
El silencio de los àrboles
El eco sombrìo de los pàjaros
Dormidos
En las ramas
Yo voy por ahì
Con las manos y los dìas
Con la tentaciòn de sonreìr
O de acercarme a mis manos
A mi voz cargada de nubes
Y las olas que llegan y van
Que ahogan mis huellas
Que me niegan saber por donde
Es que existo
Las olas
El cielo tan alto
Las estrellas sobre el arcoiris
Y la muerte que pasa distante
Como imaginando Sueño
Su deambular
Sus idas y sus vueltas
CARTEL
Camino calles que otros andan
Cruzo semáforos viejas casonas
Con enrejados frìos y fantasmas
A veces me he visto en alguna esquina
Con mi rostro ensombrecido
Raspando cualquier recuerdo
Y me he ido lentamente hacia
El final de la tarde
Con el cigarrillo hecho humo
He atravesado la plaza por ùltima vez
Y he visto una sombra arrastrada
A mis pies
Como absorbiendo esta ausencia
El tiempo ha muerto
Ahora soy yo y mis repeticiones
Desde que amanece escucho el eco
De pasos que deben ser los mìos
La lluvia que gotea ahì afuera
El corazòn metido en un pozo aquì
Adentro
Desde hoy el mar serà sòlo el llanto
De las piedras en la playa
El graznido aterrado de aves nocturnas
Que tratan de alejar la muerte
Quizà alguna vez sean realidad
Nuevamente el rìo
Los àrboles amontonados en los caminos
Como niños que piden presencias con
Las ramas abiertas
Talvez màs tarde el sol se quiebre
Entre tanta palabra
Entre manoteos austeros
Y aullidos
Y distancias
Entonces quizàs ha de retornar
La luna amamantando los dìas
Viejas estrellas sacudiendo
El desvelo
La bruma después del insomnio
El hombre que no soy
Amarràndose la corbata
Y el reloj en la pared
Y los sueños colgados
En espera
Ya no entiendo la razòn de ir màs allà
Siempre
O de quedarme horas enteras ante
Mi no presencia
Bebiendo ahorcàndome con la
Corbata
Observando la realidad de mis manos
Entrelazadas y con frìo
O el humo del cigarro que se expande
Ante mis ojos
Hasta desaparecer por completo
No entiendo los àrboles viejos
Las ganas de cerrar los ojos
Hasta perderme
El suicidio diario de las horas
Y los libros
O la soledad del gato entre las sàbanas
No entiendo mi voz ni mis pasos
Ni la luz que enciendo cada vez
Que trato de encontrar algo
Ni los gritos de los vecinos cuando
Muere o nace alguien
No entiendo la eternidad de este
Momento
Y sin embargo aùn me sostengo
A mis pasos
Como un desconocido
Que se pierde y se va
A cualquier parte
MUERTE EN LAS RAMAS
La muerte a veces
Tiene la frente tenue
Como la lluvia que moja el otoño
Como las manos de las mujeres
Tristes
Que buscan algún recuerdo
Y vuelven a dormir
Abrazando la almohada
La muerte otras veces
Mira la noche y se va
Melancòlica
Con la memoria perdida en sus pasos
Yo voy por algún lugar
Adormecido
Llamando a las puertas
De gente que no conozco
De gente sola que riega el
Silencio lentamente
Yo voy recogiendo
Las sombras de tanta noche
El silencio de los àrboles
El eco sombrìo de los pàjaros
Dormidos
En las ramas
Yo voy por ahì
Con las manos y los dìas
Con la tentaciòn de sonreìr
O de acercarme a mis manos
A mi voz cargada de nubes
Y las olas que llegan y van
Que ahogan mis huellas
Que me niegan saber por donde
Es que existo
Las olas
El cielo tan alto
Las estrellas sobre el arcoiris
Y la muerte que pasa distante
Como imaginando Sueño
Su deambular
Sus idas y sus vueltas
CARTEL
Camino calles que otros andan
Cruzo semáforos viejas casonas
Con enrejados frìos y fantasmas
A veces me he visto en alguna esquina
Con mi rostro ensombrecido
Raspando cualquier recuerdo
Y me he ido lentamente hacia
El final de la tarde
Con el cigarrillo hecho humo
He atravesado la plaza por ùltima vez
Y he visto una sombra arrastrada
A mis pies
Como absorbiendo esta ausencia
El tiempo ha muerto
Ahora soy yo y mis repeticiones
Desde que amanece escucho el eco
De pasos que deben ser los mìos
La lluvia que gotea ahì afuera
El corazòn metido en un pozo aquì
Adentro
Desde hoy el mar serà sòlo el llanto
De las piedras en la playa
El graznido aterrado de aves nocturnas
Que tratan de alejar la muerte
Quizà alguna vez sean realidad
Nuevamente el rìo
Los àrboles amontonados en los caminos
Como niños que piden presencias con
Las ramas abiertas
Talvez màs tarde el sol se quiebre
Entre tanta palabra
Entre manoteos austeros
Y aullidos
Y distancias
Entonces quizàs ha de retornar
La luna amamantando los dìas
Viejas estrellas sacudiendo
El desvelo
La bruma después del insomnio
El hombre que no soy
Amarràndose la corbata
Y el reloj en la pared
Y los sueños colgados
En espera