jueves, noviembre 06, 2008

DÍA DE LOS MUERTOS



I

No hay tiempo para otra tarde
La piel los ojos y la voz
Se reducen al eco
De una hora sin rastro
Yergue la sangre
El corazón de tierra que se
Deshace en la lluvia
Las aves trasgreden el silencio
Como silogismos reducidos
A nada
El mar ruge
Las olas arrastran tus cuerpos
A esta orilla de gritos
No hay verbo que te devuelva
A tu imagen
Desnuda caminas la casa de
Tantas idas y vueltas
El jardín adormecido
Ahoga las hojas del día que muere
Abres los ojos y la luz te devuelve
Impávida al mismo camino…

No hay voz para otra palabra
Por eso callo
Para poder escucharte



II

Palabras cruzan las
Avenidas blancas de sol
El camino que se vuelve polvo
Frases que transitan
Sin decir nada
Pierden el sentido cual
Cometa que la tarde rompe
Pájaros viejos que en la arena
Desangran su
Último vuelo
Todo se hace momento caos
Tos insólita del destino
Que pasa
Cruza el tiempo en forma de nube
Cruzan las nubes en el tiempo
Que es lluvia
Mientras la tarde crece
Y mi nombre olvido


III

La soledad:
Idea que el cuerpo
Enlaza a su propia ausencia
Golpe de muerte en
Pleno transcurrir a ciegas
Graznido de luz
Torrente de llanto…
No hay motivos ni corbatas
Ni cigarrillos que a las tres de la mañana
No presenten la imagen de un rostro
Lívido…
Estar solo o simplemente
Vagar las calles sin rumbo
O dejarse en las calles buscando
Algún rincón en donde llenar
De memoria tanta hora disuelta
Recordar un nombre
Hablar de citas viajes que alguna
Vez se hicieron sin vida ni ganas
Llegar a la conclusión
De que quien fui es el muerto
Que cargo encima
Doblar la mandíbula y admitir
Que no siempre dije palabras
Y versos
Hubo épocas en que hablé sin
Necesidad de verbos u hojas
Instantes libres de calendarios
Y cualquier tipo de cronometría
Quizá por eso me cueste tanto
Recobrar la identidad de mi piel
Y tenga que andar buscando en
Cada espejo el rostro que hurtó
El mío
La tarde voluta
El mar hecho espuma



IV

Sobre ti
La luz posa su sombra
El triste ergo de los pájaros
En desorden
Las palabras
El viento que la lluvia deja
Los gritos de tanto árbol
Amontonándose en la calle
La soledad
Revive si tus ojos cierras
Caída
Fuego
Estropajo que la mirada enluta
Tu cuerpo transita entre la gente
Aparece con el sol
Desaparece
Como en un acto de magia
Tu cuerpo lluvia
Abismo que la noche
Inventa
Tu cuerpo de senos y carne
De mujer atrapada en
Papeles cartas
Caos de huesos
Mapa de tierra
Cementerio y tormenta
Tu cuerpo que vibra y canta
Y amanece como en despeñaderos
De sueño
Bajada sin rumbo
Universo sin rostro
Mar que lleva presencias y
Las devora
Haciéndose espuma
Y otra vez tu vientre incógnito
Tibio como la nuez en la tarde
Arrollador
Como autobús que cruza
La plaza
Tu cuerpo y tu vientre
Luz vacuidad de tiempo
Siniestro que absorbe bosques
Volcán germinando semillas
Signo y pensamiento impuro
Tus senos
Puerta que se abre
Ventana que encierra llanto
Cárcel perpetua
Raíz
Río en donde me dejo hundir
Tierra que multiplica insomnios
Espejo que renace tu voz
Aguacero
Madrugada en donde la
Muerte llega
Y lo desbarata todo


V

Hablabas de las horas que parecían lluvia
De los hombres que dejaron el tiempo
Enterrado entre piedras y charcos
Y dijiste que las palabras eran como islas
Adonde se tenía que huir para entender
La vida

Salías de la luz aterrada por la sombra que
Absorbía tus brazos
Cerrabas los ojos indiferente y sin la
Mínima idea del dolor que causaba
Tu ausencia

Para entrar en ti había que matar el cuerpo
Quedarse sin sangre sin voz ni memoria
Parecías la aurora que viene y se va y ya
No es la misma
Contigo los espejos eran sólo garabatos
Que incineraban fantasmas
Frases lanzadas al silencio como
Pájaros con hambre

Sin embargo era algo increíble
Verte con la ropa puesta
Después del mar y de tanta ola
Te ibas acercando hasta el centro del día
Desbaratando calles sugiriendo abismos

Caías desde cualquier ventana como
Ave que se pierde en la tarde
Y te quedabas prendida a mi memoria
Desnuda en tu soledad de mujer diurna
Desnuda y triste
Tendida en mis manos hasta desaparecer


VI

Herido de muerte
Entro al día
Sin entender palabras
palabras
palabras
me sumerjo en el silencio
y me quito los zapatos
resuelto y sin
memoria
me ato la sonrisa
y me miro en el espejo
y también me preparo
un café
o fumo con los ojos
llenos de lágrimas
el pasado entra
entra
se presenta con tu piel
con tus piernas
y tu vestido de lluvia
caigo en la nostalgia
de revolver cada presencia
y sólo me cubro
descubro
anulo mis sentidos
mi vida
me quedo sin nada
como un zombi
como un ave
que choca en los cristales
y muere
muere
muere
como un pájaro
entre tanta hora



VII


abro el libro que sólo
tú tocaste
con miedo
ensimismado
cual perro que presiente
la muerte
soy un ser frívolo
estúpido
en cada uno de mis
días
acaricio tus manos
que ya no están
te imagino en cada
página
desnuda
con hambre
con sueño
y te veo recorrer
el jardín
con pasos retraídos
el zaguán
fumando como
mujer sensible
te veo con tu sonrisa
y tu falda
dispersa
casi reina
ya sé que no es necesario
pero te invento en
la ducha
la cama
el minuto
que dura una llamada
escribiendo un mail
desanimada de decirme
algo
llamando a otros
pensando en otros
viviendo en otros
dejándome en mi asiento
en la mesa del bar
en la esquina del parque
como pobre hombre
como ave que cae
en la primera pedrada
con sed
con sangre
y sin ti





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