sábado, mayo 22, 2010

OBITUARIO



UNO



El silencio agita el tiempo en la pared
En las ventanas se bifurca como sangre
En el piso de tierra
Todo es soledad sin las palabras
Con ellas me sentía solo
Sin ellas es la soledad más profunda
Veo caer las hojas como aves de silencio
Las calles inundadas de rastros
Huellas de muertos y gente que desconozco
No tengo lágrimas para tanto olvido
Sólo miro alrededor
Y es como si la gran noche empezara
Y no bastan los cigarrillos ni los tragos
No bastan las injurias las mujeres el pasado
Cada minuto la realidad es menos cierta
Mis ojos se acostumbraron simplemente
A la indiferencia la arrogancia de la tarde
Que se erige como una diosa desnuda
A veces quiero salir
Dejar esta habitación
Pero es tremenda la nostalgia y la intemperie
Que me quedo arrullado en sonidos y
Remedios
En imágenes que se pierden en fechas
Y señales de ceniza
No tengo nada a que aferrarme
Nada en qué hundirme a terminar de enterrar
Mi cuerpo mis días mi pañuelo
Lo que más amo hace tiempo que he dejado
De mirar
De atender como yo quisiera
Lo que más amo hace rato que no existe
Y solo me veo apretujado entre papeles
Solo como siempre
Sin voz ni rostro
En donde mirarme




DOS


Hay perros que lanzan
Aullidos
Cuando cruzo la calle
Los parques fríos de la medianoche
Se yerguen entre sombras
Y polvo

Mi corazón es un basural de tiempo
Mis manos
-Verdes de frío-
Arrastran presencias abúlicas
La memoria es un hueco
Adonde de vez en cuando huyo
Para no entender el rojo de
Tanta sangre
Las lágrimas de quienes
Deambulan el mundo
Con cartas vacías

Quise ser feliz y morir
Cantar como un loco
Y esperar el día
Quise desnudarme ante la lluvia
Limpiarme la vida
Caminar solo un poco
Pero
Ya
Es
Tarde
Hace un rato
Que se acabó
El tiempo




TRES


La gente que extraño
Me lanza zapatos
Monedas tristes
Como quien desprecia la noche
Y se desviste para huir del tiempo
No sé si amo o es sueño el mundo
Pero sé que tengo el corazón
Como un globo aerostático
Sé que mis manos invocan rastros
Caricias
Cada tarde me veo a mí mismo
Y todo es preludio locura
A veces el sol es pleno
Y en el cielo veo pájaros
Alejándose hasta las nubes
Veo cometas que me repiten
El rostro sereno de una mujer
Que existe en silencio
Yo camino con la ropa mojada de sangre
La angustia es un mal que deforma
Una a una las palabras
Pero las palabras también son capaces
De desterrar y enlazar presencias
La felicidad no tiene nombre
Ni prosa ni especie
Ella aguarda mirando desde la ventana
Y lanza piedras a quien perdido
Implore sin memoria ni alma
Yo me aferro a los truenos
A esta lluvia que me limpia
De tanta muerte
Y caigo despanzurrado desde cualquier parte
Sin ojos
Sin más piel que pueda hacerme sentir
La vida




CUATRO


Yo sé que es difícil no estar
O sentarse ante la mesa
Esperando el recuerdo de algún día
La mirada febril del pasado que llega
Siempre
Como invitando a la nostalgia
Los zapatos más viejos son
Es cierto
Y las fotografías ya no dicen más
Que la horrenda marca del tiempo
Alguna vez fuimos
Y ahora es la calle vacía quien anda
Y ensucia
Ahora no hay palabras que terminen
Con este silencio
A veces es como existir a partir
De cementerios tristes
En donde todo se vuelve polvo
Estamos muertos desde nuestros ojos
Nada hay más allá de esta noche
Para mí han terminado las fechas
Los momentos de felicidad contigo
El otoño es una lengua ciega
Que se arrastra por las avenidas
La lluvia entonces
Arremete en contra de tu vestido
Y el maquillaje de tu rostro- agua
La quietud de los árboles es patética
Como inverosímil es la soledad
Sin tus manos
Mas me quedo callado
En la misma esquina de antes
Aguardando los fantasmas de nuestra
Ausencia
Esta música que nace de muy adentro
Esta melodía que llévame
Cual miserable ciego por abismos
Y bares
Sin nada en los bolsillos
Con el corazón hecho cenizas
Con la piel sucia de fango
Sin decir ya nada




CINCO


Yo no entiendo las palabras
Que no se dicen
La soledad de cada mirada
Que pasa y se hunde en el tedio
A veces quiero huir
Salir gritando de salones inmensos
Pero me quedo parado
Al costado de cada sombra
Como aguardando el vacío
Ese caos que viene de memoria
A instalarse en mitad de la frente
En el centro mismo del corazón
Que se agolpa en el pecho como un pez
Muerto
Yo no entiendo el tiempo
Que transcurre arrastrándome con todo
Miro mis manos mi piel mis ojos
La soledad es como una herida
Que se abre sin sentido
La soledad se desnuda
Siempre
Como cualquier prostituta
Y me cobra la vida
La sombra
El delirio


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